La lluvia de casi cuatro horas de anteayer que soportó la ciudad de Moquegua fue suficiente para que una carga de lodo y piedra se acumulara en la Quebrada del Cementerio y discurriera con fuerza hacia el cercado de la ciudad, llegando a su paso al hospital regional y a la urbanización Fonavi.
COLAPSO. La tarde del último domingo la activación de la Quebrada inundó el área de emergencia del nosocomio y afectó además las áreas médicas de traumashock y cirugía, así como los servicios de lavandería, cocina y almacén. Para las 4 p.m. de ese día, la Dirección Regional de Salud declaró que el principal sanatorio de la región estaba inoperativo. Se ordenó además que se diera de alta a los pacientes que ya presentaban mejorías en su salud.
Hasta el mediodía de ayer, los trabajos de limpieza en el hospital continuaban.
REMOCIÓN. Las lagunas de barro que se formaron eran removidas con apoyo de maquinaria del municipio provincial de Mariscal Nieto, mientras al interior los trabajadores usaban escobas para sacar el agua de las instalaciones. El director regional de Salud, Juan Luis Herrera Chejo, señaló que el centro de salud de San Francisco fue habilitado para que allí se atendieran las emergencias, dadas las dificultades que enfrentaba el nosocomio central. El funcionario dijo que aguarda la aprobación de un programa de mantenimiento para el hospital avaluado en 5 millones de soles.
Hasta el mediodía de ayer, los trabajos de limpieza en el hospital continuaban.
REMOCIÓN. Las lagunas de barro que se formaron eran removidas con apoyo de maquinaria del municipio provincial de Mariscal Nieto, mientras al interior los trabajadores usaban escobas para sacar el agua de las instalaciones. El director regional de Salud, Juan Luis Herrera Chejo, señaló que el centro de salud de San Francisco fue habilitado para que allí se atendieran las emergencias, dadas las dificultades que enfrentaba el nosocomio central. El funcionario dijo que aguarda la aprobación de un programa de mantenimiento para el hospital avaluado en 5 millones de soles.
INUNDACIÓN. El ingreso de la Quebrada afectó también a unas 30 familias de la tercera etapa de la urbanización Fonavi. En esta zona todas las viviendas se inundaron. Camas, muebles, sillas, artefactos, entre otros bienes, fueron envueltos por el lodo. Una máquina del Gobierno Regional apoyó en la limpieza del lugar, pero sin duda fue la Policía y los propios vecinos los que no descansaron desde la tarde del domingo para recuperar parte de sus bienes y retirar de sus casas el barro acumulado. Por la mañana, el Comité Regional de Defensa Civil anunció el inicio de trabajos de encauzamiento de la Quebrada del Cementerio hacia el Malecón Ribereño para evitar que nuevos ingresos provoquen otra vez el colapso del hospital regional y otras inundaciones en la urbanización Fonavi.
REUNIÓN. El Comité Regional de Defensa Civil, encabezado por el vicepresidente regional Humberto Portilla, sesionó ayer para decidir las acciones que implementarían ante la emergencia. Aunque no tenían reportes exactos de daños, se acordó movilizar toda su maquinaria pesada para reforzar la defensa ribereña en el valle de Moquegua y atender las emergencias que fueran sucediendo. Empresas mineras como Southern Peru y Anglo American Quellaveco ofrecieron también sus máquinas para los trabajos. La directora regional de Transportes, Rosmery Berolatti, informó que varias carreteras de la provincia Sánchez Cerro están interrumpidas por el deslizamiento de piedras producto de las lluvias. Algunas han sido carcomidas y destruidas por el ingreso de los ríos. La maquinaria es insuficiente para atender las demandas que llegan de todo lado. A ello se suma que hay temor de que lo pesado de la maquinaria haga ceder los caminos mientras los rehabilitan. Las lluvias también inundaron colegios de Samegua y el cercado de Moquegua. El director regional de Educación, Guido Rospigliosi, dijo que si las lluvias continúan y provocan mayores estragos podría aplazarse el inicio del año escolar.
