SOBRE
GASODUCTOS DE SEGURIDAD Y ETANODUCTO AL SUR
Un artículo escrito hace unos días en este diario sobre lo que
insisto en llamar “El cuento de los gasoductos al sur”, donde emplazaba al
ministro de Energía y Minas Jorge Merino, por la falta de sustento al proyecto
de ley presentado al Congreso de la República sobre gasoductos de seguridad y
de un etanoducto costero entre Piso e Ilo; ha merecido una reacción taimada de
los áulicos del despacho ubicado en el limeño distrito de San Borja. Desde el aparato gubernamental ven
fantasmas empresariales por doquier como sponsors de mi participación en el
debate. Solo les dedico unas líneas sobre ese particular, pues no necesito
mecenas para ser crítico. Mi independencia de opinión en los temas gasíferos es
tal que he tenido más de un enfrentamiento público reciente con los operadores
de los yacimientos de Camisea y Pagoreni; así como con el exportador de gas
natural licuefactado (LNG) Perú LNG, mientras los que quieran señalarme hoy
guardaban silencio cómplice sobre las tropelías que se pretendían hacer. Así
que yo no tengo que abrazar causas de ellos como tampoco defender atrocidades
lesivas al estado como el gasoducto sur, que el gobierno con el ministro Merino
de gonfalonero, defendió hasta que los técnicos le dijeron que no era posible
aprobar el despropósito de hacer un crédito puente desde el Estado, por la
escalofriante cifra de 1,600 millones de dólares. Lo concreto señor Merino para
que usted pueda defender el etanoducto, tiene que responder varias
interrogantes, las que reseño sucintamente:
1. ¿Tiene
el Consorcio Camisea la decisión de vender el etano, provenientes de Camisea y
Pagoreni?
No ha
habido en ningún momento un pronunciamiento sobre la buena disposición para
venderlo por parte de los titulares de los lotes: 88 (Camisea) y 56 (Pagoreni).
Esta es la condición básica para todo el proceso de suministro del insumo, si
no hay confirmación de venta, no hay producto a transportar.
2. Si hubiera disposición de venta ¿hay interés del
Consorcio en invertir en la construcción de la planta de separación de etano?
Los
titulares de los lotes 88 y 56 tienen el derecho de hacer la separación del
etano y para ello tendrían que invertir en una planta, ¿acaso hay algún
compromiso de iniciar tal emprendimiento? No lo hay sencillamente
3. En el supuesto que hubiera predisposición para vender etano y de invertir en la planta ¿hay algún acuerdo con el Consorcio Camisea de venderle a la empresa brasileña Braskem?
3. En el supuesto que hubiera predisposición para vender etano y de invertir en la planta ¿hay algún acuerdo con el Consorcio Camisea de venderle a la empresa brasileña Braskem?
No existe
compromiso alguno y hay que tener en cuenta que otra empresa que ha mostrado
interés en desarrollar una petroquímica en base al etano, es la coreana SK,
socia en el Consorcio Camisea; alcanzando el volumen para una sola planta. Aquí
habría que confirmar cuál es el procedimiento de transar comercialmente el
mencionado insumo, lo que depende exclusivamente de los tenedores del etano,
sin posibilidad alguna para el estado peruano.
4. ¿Han
asegurado los titulares de los lotes 57 y 58 el suministro de etano?
De ninguna manera porque para ello tendrían que tener garantizado la adquisición de metano en una cantidad no menor a 1,200 millones de pies cúbicos por día (MMPCD); lo que aseguraría un suministro de etano del orden de 100 MMPCD. Ni siquiera la termoeléctrica anunciada en la ciudad de Quillabamba de 200 MW consumiría esa cantidad apreciable de metano, el consumo calculado no excede los 50 MMPCD y si hubiera algún otro interesado que firme un contrato take or pay (consumo o pago) como hicieron los 11 consumidores iniciales en Lima del gas de Camisea. Ninguno de los proyectos mineros que hay en la macrorregión sur se han manifestado a firmar un compromiso de compra a firme.
De ninguna manera porque para ello tendrían que tener garantizado la adquisición de metano en una cantidad no menor a 1,200 millones de pies cúbicos por día (MMPCD); lo que aseguraría un suministro de etano del orden de 100 MMPCD. Ni siquiera la termoeléctrica anunciada en la ciudad de Quillabamba de 200 MW consumiría esa cantidad apreciable de metano, el consumo calculado no excede los 50 MMPCD y si hubiera algún otro interesado que firme un contrato take or pay (consumo o pago) como hicieron los 11 consumidores iniciales en Lima del gas de Camisea. Ninguno de los proyectos mineros que hay en la macrorregión sur se han manifestado a firmar un compromiso de compra a firme.
5.
Finalmente ¿quién estaría dispuesto a pagar por el transporte de etano
desde Pisco hasta Ilo, si lo puede usar en la primera de las ciudades
mencionadas?
Ninguna
empresa privada lo hará, porque significa un sobrecosto a su producción de
petroquímicos que tienen que ser competitivos en un mercado abierto. La única
posibilidad es que el estado asuma el costo. Señor
ministro, lo invito a fundamentar respuestas en contrario a todo lo que afirmo.
De no ser así, usted está jugando con las expectativas de toda la macrorregión
sur o comprometiendo a la caja fiscal y a la petrolera estatal Petroperú
en una inversión onerosa que no tiene demanda y nadie usará. Si quiere repetir
el caso de la deuda externa que significó el oleoducto norperuano en los años
70 y que recién pudo ser honrada 20 años después, los peruanos que queremos uso
eficiente de los recursos públicos estamos en el deber de oponernos, como
también lo hemos hecho con la pretensión de la brasileña Odebretch y su
proyecto del gasoducto sur, que quiere recursos del estado para hacer una obra
faraónica con un discurso demagógico repetido por sus corifeos.
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